La fumata negra del primer día se retrasó tanto porque el ambiente era tan hostil que incluso no se quería ni votar. Los cardenales trumpistas llegaron con su actitud intransigente y de bullying tras haber fracasado los intentos de soborno con el dinero a espuertas prometido por Peter Thiel y sus acólitos, y exigían un Papa estadounidense. Y nada, no había forma de hacerles entrar en razón, no iban a votar a nadie nunca que no fuera estadounidense. Casi hubo hostias el primer día. Y al final, al segundo día, ni pa ti ni pa mí, se propuso un Papa estadounidense pero el menos estadounidense de todos, y al final de esta forma transigieron los trumpistas a regañadientes pese a no ser de su cuerda.
Esto es una paja mental que me he montado sin ninguna base real ni información que lo corrobore, no hagáis caso, pero no dejo de fantasear con que algo de esto se acerque a la verdad.